Por Lucia Caraballo, MA.
El agradecimiento es característica propia de todo ser humano bien hacedor, en ese sentido en la ciudad de Santiago de los caballeros existen y existieron personajes que por su trayectoria, capacidad de servicio en favor de los menos favorecido y sobre todo por la humildad con que han conducido sus vidas son merecedores del más alto y resonante gracias.
Entre los prohombres que merecen gratitud perpetua me atrevo a mencionar a Don Manuel Arsenio Ureña y a Don Marcelo Bermúdez, caballeros ante los que inclino mi cabeza reverente en agradecimiento a sus aportes, por la labor altruista desarrollada desde sus respectivos papeles en la sociedad.
Don Manuel Arsenio Ureña por muchos años, y talvez esta acción no sea de conocimiento público, patrocinó con becas a estudiantes del Centro Universitario Regional de Santiago, CURSA, actual Recinto UASD Santiago. Yo soy una de esos beneficiados y para mí al igual que otros compañeros estudiantes 125.00$RD que representaba el coste promedio de las asignaturas inscritas en un semestre era algo significativo, muy significativo, tomando en cuenta nuestra procedencia social y económica.
Don Manuel Arsenio Ureña ya no se encuentra físicamente entre nosotros, pero su legado siempre estará presente en toda memoria agradecida que recuerde los beneficios de una persona a la que nunca tuvo la oportunidad de ver pero que si escuchó de sus buenas acciones. Gracias Don Arsenio!
Don Marcelo Bermúdez, descrito como un ser humano excepcional, hecho que pude comprobar, cuando el otro día, después de mucho tiempo de verlo en su acostumbrada visita a la cafetería del Encanto pude estrechar su mano. Don Marcelo, a sus 84 años mantiene esa caballerosidad con que muchos lo identifican.
Tan pronto me saludo me dijo que pidiera algo que él me invitaba, hecho que me alagó, sin embargo yo solo quería escuchar de sus propios labios cómo fue que logró que el gobierno designara los terrenos de La Barranquita para construir el campus universitarios del que hoy disfrutan estudiantes, profesores y empleados del Recinto UASD Santiago.
Me quede sorprendida cuando con la humildad y sencillez que le caracteriza me dijo que él solo había hecho la gestión ante el gobierno, que eso no fue nada: yo solo hice el trámite correspondiente ante las autoridades, pero yo no hice nada, es lo que me contestó al respecto.
Parecería la respuesta de un niño descubierto en sus travesuras, así que mi entrevista solo duró un par de minutos, aunque insistí formulando la pregunta de diferente manera, su respuesta era la misma: yo solo hice el trámite correspondiente ante las autoridades, pero yo no hice nada eso es lo único que te puedo decir, respondió una vez más .
Don Marcelo, usted hizo mucho y estas palabras son pocas para describir la magnitud de su contribución, usted sentó las bases para que los estudiantes de la UASD en Santiago pudieran estar agrupados en un espacio propio para el proceso enseñanza aprendizaje sin el trauma de trasladarse en un día de clases a tres lugares distintos. Le pongo un ejemplo.
Antes de poseer la ciudad universitaria en La Barranquita un estudiante promedio tenía que trasladarse en un solo día, por ejemplo: de la Escuela Experimental Ercilia Pepín, ubicada en la calle 16 de Agosto, a la Escuela Venezuela en la Bartolomé Coló y era muy probable que de ese lugar debiera partir al Colegio Pestalozzi en la calle Restauración, para poder recibir tres asignaturas diferentes.
Con su visión de futuro, Don Marcelo, entre otras cosas contribuye a que un número considerable de estudiantes se mantenga firme en la carrera por lograr un título universitario, pues esa situación de dispersión fue en gran medida la causa de que muchos se rindieran y abandonaran sus estudios en la universidad.
En este agosto maravillo en el que dos fechas importantes marcan de manera significativa a los uasdianos: la Restauración de la patria y el aniversario de la creación de un centro de la UASD para Santiago es importante recordar que, como dijo el maestro José De Luna en una ceremonia celebrada en el aula tres de maestría, en la Biblioteca, a propósito del 33 aniversario del Recinto: si hoy estamos aquí es gracias al comité pro UASD en Santiago y a Marcelo Bermúdez, por gestionar estos terrenos.
Gracias del alma a Don Manuel Arsenio Ureña y a Don Marcelo Bermúdez, ambos son responsables de que hoy estemos aquí y seamos parte de la solución y no del problema educativo. A propósito del aniversario del Recinto UASD Santiago el 7de agosto de 2018.