Santo Domingo, RD.- La Procuraduría General de la República (PGR) y la Conferencia Dominicana de Religiosos y Religiosas (CONDOR) pondrán en marcha un programa de cooperación y ayuda, que contribuirá a la reintegración a la sociedad de las víctimas de trata de personas y los delitos vinculantes como la pornografía y la explotación sexual.
A través de un comunicado de prensa, se informó que a los fines de implementar dicho programa el procurador general de la República, Jean Rodríguez, firmó un acuerdo de cooperación interinstitucional con la presidenta de CONDOR, Hermana Patria Fernández Céspedes, mediante el cual le cede a esa entidad religiosa la administración temporal por un período de dos años del Proyecto Casa Malala, ubicado en la calle 37, No. 15, del Ensanche la Fe, del Distrito Nacional.
Con relación al inmueble, la PGR dijo que fue incautado por esta institución en el transcurso de una investigación que lleva a cabo por trata de personas, será utilizado para brindar acogida, protección y las atenciones necesarias a las víctimas de esos delitos y otros conexos, conjuntamente con la Procuraduría Especializada contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas.
El magistrado Rodríguez dijo que la iniciativa se enmarca dentro de las acciones que llevan a cabo para ofrecer atención efectiva y oportuna a las víctimas de esos delitos, garantizándole la protección y el apoyo necesario.
La PGR resaltó que esta nueva acción en el tema de trata de personas se enmarca dentro de las nuevas estrategias puestas en marcha por el procurador Rodríguez para combatir de manera eficaz ese delito.
Recordó en ese sentido, que el pasado fin de semana fue desmantelada una red dedicada a esa actividad y cerrado Pink Pony Bar del sector Los Prados, del Distrito Nacional, siendo arrestado su propietario y presunto cabecilla de dicha organización y una gerente, quienes fueron sometidos a la justicia.
De acuerdo a la información divulgada por la PGR, CONDOR desarrollará acciones puntuales en dicho inmueble, como brindar apoyo directo a las víctimas sobrevivientes de trata de personas, para dar una respuesta y solución a sus necesidades, a través de servicios residenciales, que incluyen alojamiento y cobertura de necesidades básicas.