¡Sonríe! Los científicos han descubierto que para ponerte en forma puedes hacer más cosas al margen de ponerte a dieta. Y esta te va a encantar, te contamos por qué
Una copa de vino tinto al día reduce la posibilidad de desarrollar demencia o cáncer, favorece la regulación de la sangre, tiene un alto poder antioxidante y anti-envejecimiento… y además, podría convertirse en tu aliado para perder peso.
Científicos de la Universidad de Purdue en Indiana, Estados Unidos, descubrieron que el vino tinto está compuesto de Piceatannol, un ingrediente que ayuda a que las células grasas dejen de formarse y a que se reduzcan las ya existentes.
Este compuesto, que se genera en nuestro cuerpo tras la ingesta de la sustancia Revestarol, presente en el vino tinto, las uvas, las bayas o frutas del bosque y otras frutas, es capaz de bloquear el proceso celular que permite a las células grasas desarrollarse, lo que podría aprovecharse para controlar la obesidad.
Por cierto, el Resveratrol (también puedes obtenerlo tomando arándanos, mantequilla de maní, uvas rojas y chocolate negro) ayuda a mejorar el rendimiento físico, la función del corazón y la fuerza muscular de la misma manera que mejora después de una sesión de ejercicio físico.
Y lo que hace específicamente el Piceatannol es alterar las expresiones genéticas en las células, y también la acción de la insulina durante la adipoténesis, que es el proceso en el que las células grasas maduran, a lo largo de cerca de 10 días.
En este lapso de tiempo, el preadipocito (célula joven que no almacena grasa aun y que puede ser eliminada fácilmente) se convierte en adipocito, una célula que ya sí almacena grasa y que es difícil de eliminar a través de la dieta o el ejercicio.
Cuando en la sangre se identifican constantes niveles de Piceatannol, la adipogénesis se detiene casi por completo, impidiendo que los preadipocitos se transformen en adipocitos, lo que evitaría subir de peso y facilitaría perder el que ya se tiene.
“Así que este compuesto se podría relacionar con el retraso o la inhibición de la adipogénesis”, afirma Kee-Hong Kim, líder de la investigación.
Este efecto quemagrasas se descubrió recientemente gracias a un proceso denominado ‘marronización’, que consiste en desarrollar adipocitos (células grasas) con características de adipocitos marrones en el seno del tejido adiposo blanco (adipocitos ‘beige’ o ‘brite’), lo provocaría la estimulación de esta fase, un proceso que permitiría contribuir a reducir la grasa corporal, mantener el cuerpo en equilibrio y prevenir la obesidad y la disfunción metabólica.
Pero según la investigación, el vino tinto es el único que ofrece este beneficio en exclusiva con respecto a las propiedades que aportan otras bebidas alcohólicas.